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Carlos Marambio (ADVS): «No podemos estar tranquilos sabiendo que aún quedan 200 mil familias que esperan su vivienda”

En esta Entrevista de la Semana, realizada en conjunto por Fortín Mapocho, El Barómetro y En La Fontana.cl, conversamos con el Vocero de la Asociación de Desarrolladores de Viviendas Sociales (ADVS), Carlos Marambio, quien nos entregó su punto de vista, respecto a los nuevos desafíos que enfrentan los desarrolladores de proyectos habitacionales y la gestión del gobierno en el Programa de Emergencia Habitacional.

– ¿Como Asociación, creen que el Gobierno logrará la meta de las 260.000 viviendas en sus cuatro años?

– Bueno, es difícil cuando uno lleva 15 meses de un total de 48 del gobierno, decir que se va a cumplir o no una meta. Yo prefiero decir que aunque la meta es compleja de alcanzar se deben tomar las acciones necesarias para lograrla. Sin duda el escenario es difícil para el desarrollo de proyectos hoy en día. Aún así, hay medidas que se pueden tomar, y como ADVS, estamos disponibles a aportar ideas y acciones, que facilitaría que esta meta se acerque o se cumpla. El objetivo es aumentar la cantidad de viviendas sociales que se entreguen en los próximos meses y eso es algo que se puede lograr.

– En la misma línea, ¿cuál creen ustedes que es la mayor dificultad que enfrentan los desarrolladores de proyectos habitacionales?

– No hay una sola gran dificultad, son varias hoy día. Una de las más complejas es la extensión del plazo de desarrollo de la vida de un proyecto, partiendo desde su revisión y aprobación hasta su entrega. Además, la pandemia hizo que los plazos de construcción de muchos proyectos que iniciaron el año 2019 o 2020 se extendiera demasiado y aún estén en etapa final, 3 o 4 años después del inicio. Eso hizo también que los inicios de nuevos proyectos que venían después se retrasaran. Y eso también hecho junto con el alza de costo materiales de en general del costo de la construcción, ha hecho que los desarrolladores y las constructoras tengan serios problemas de caja, basta con ver la cantidad de quiebras y reorganizaciones financieras de empresas constructoras que vemos todas las semanas. Y otra cosa que es muy importante, que está muy difícil es el financiamiento bancario, que lo hemos expuesto como asociación en la Comisión de Vivienda del Senado el año pasado, en el Ministerio de Vivienda también. La complejidad que vive existe y que todos también sabemos de que la banca financie los proyectos. La banca está más restrictiva, pero eso en el contexto de un plan de emergencia habitacional que lo que necesita es ampliar la oferta, la producción y la construcción de vivienda, es quitarle oxígeno a la industria. Por lo tanto, ese sigue siendo un desafío no resuelto que esperamos en los próximos meses se pueda corregir. Y por último, la permisología. Todo lo que es la revisión de proyectos de vivienda social está muy complicado y muy extenso. El principal programa dentro del Plan de Emergencia, el DS 49, Fondo Solidario Elección de Vivienda, tiene un proceso de revisión demasiado extenso. En este programa debiera duplicarse la producción de viviendas, según lo que plantea la meta del plan. Para eso hay que sumar nuevos actores, pero no entran por las dificultades en la revisión de proyectos. También está muy engorroso el tema normativo en general, donde esperamos ayude la promulgación que ala ley Miscelánea en abril pasado, pero sigue siendo un proceso cada vez más complejo iniciar un proyecto inmobiliario y por ende, lo que creemos también es que hay que flexibilizar y agilizar esos procesos previos a los inicios de construcción.

– En esta materia, ¿cómo toman ustedes las palabras del presidente Boric en la cuenta pública?

-Valoramos que el presidente haya mencionado como una gran temática el Plan de Emergencia Habitacional, pero no podemos quedar tranquilos sabiendo que aún quedan 200 mil familias que esperan su vivienda y que confían en que actuaremos con sentido de urgencia. Y para eso es necesario desburocratizar la construcción de viviendas sociales y fortalecer la colaboración público-privada, donde como ADVS buscamos participar y aportar.

– Por último, ¿cómo se podría evaluar la gestión del área pública y privada, en el compromiso con el Programa de Emergencia Habitacional?

-Es entendible compartir el diagnóstico de la necesidad imperiosa de generar más proyectos de vivienda social y económica y por lo tanto yo, al menos como vocero de la Asociación y en representación de empresas desarrolladoras, constructoras, fundaciones, arquitectos y profesionales del mundo del desarrollo de la vivienda social, estamos 100% comprometidos al plan de emergencia habitacional. Y también puedo decir lo mismo de muchos en el equipo del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, donde también vemos que hay mucho compromiso, desde siempre. Pero necesitamos sumar más actores, más participantes. Para convocarlos, es necesario agilizar todos los procesos de revisión, pago, entrega, y dar certezas y estabilidad en el desarrollo de proyectos, en un escenario volátil y adverso, que junto con las ganas y la voluntad de quienes estamos en esto, concreten la meta de entregar 260.000 viviendas.

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