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Pronóstico del Plan de Emergencia Habitacional: Vientos en contra

En julio del 2022, se anunció el Plan de Emergencia Habitacional. A un año de ese lanzamiento, y 16 meses de gobierno, aún corren vientos en contra.

El Gobierno dio a conocer cifras agregadas del avance del plan: se han entregado 64.355 viviendas, la gran mayoría de ellas provenientes del periodo presidencial anterior. Sin duda, para lograrlo se han requerido medidas excepcionales, como son aumento de los montos de subsidios, creación de fondos de garantía para la vivienda FOGAES, prorrogar la disminución del CEEC en 4 meses, implementar una ley miscelánea que busca acelerar los plazos de los proyectos de vivienda. Felicitamos esos esfuerzos.

Pero debemos seguir avanzando con mayor fuerza porque el viento sigue en contra. El plan de emergencia desde su lanzamiento suponía un repunte de la industria. Había más que duplicar el ritmo de construcción de viviendas sociales del programa Fondo Solidario de Elección de Vivienda, y había que al menos mantener el ritmo del programa de Integración Social y Territorial.

Pero eso no se ha logrado aún. ¿por qué no ha ocurrido? Porque el financiamiento sigue siendo un viento en contra muy pesado, tanto para las constructoras como para las familias. Hay mayores restricciones para que las constructoras accedan a créditos. En parte porque las líneas bancarias aún siguen tomadas por proyectos que han necesitado hasta el doble del tiempo de ejecución que en épocas prepandemia. Por otro lado, porque también los bancos tienen menos incentivo en invertir hoy en un rubro que tiene riesgos. Por el lado de las familias, el alza de tasas a hecho más difícil el acceso a un crédito hipotecario, y esto hace que la velocidad de venta de los proyectos sea mucho más lenta.

Hay que ser enfáticos, este segundo semestre 2023 es clave. Quedan casi 200 mil viviendas aún por entregar. Como Asociación le hemos propuesto al Minvu medidas que permitirían acelerar los proyectos que están en ejecución así cómo iniciar las más de 60 mil viviendas que aún se necesitan para completar el plan. Si los vientos no cambian, necesitaremos más actores que remen con fuerza.

Estamos convencidos que, si el poder ejecutivo activa un oportuno nuevo plan de aceleración, si la banca asume un rol más protagonista ante el llamado urgente que le hace el país, si los múltiples actores en el proceso de dar los permisos y agilizar las recepciones de proyectos se alinean en torno al objetivo común, los vientos cambiarán a favor de las familias que necesitan un lugar digno donde vivir.

Carlos Marambio, Gerente General de la Asociación de Desarrolladores de Viviendas Sociales

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